Primero lo Primero

Recientemente, he estado leyendo «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen R. Covey, y quiero compartir uno de los aprendizajes más importantes que me ha dejado: «Poner primero lo primero». Aunque pareciera algo evidente, establecer prioridades no se trata de hacer más en menos tiempo, sino en enfocarnos hacia lo que realmente importa.

Al organizar nuestra agenda en función de nuestras prioridades, no solo nos volvemos más eficientes en el manejo del tiempo, sino que también nos convertimos en personas más efectivas, entendiendo que la efectividad se trata de hacer las cosas correctas e importantes para nosotros.

El autor nos invita a alejarnos de la trampa de la «urgencia». Muchas veces nos dejamos llevar por actividades urgentes e importantes para otros, pero que no son necesariamente importantes para nosotros. Es fácil pasarse el día apagando incendios, respondiendo a demandas que pueden ser urgentes e importantes para los demás, pero que no son relevantes para nosotros. Aquí surge el verdadero problema: la mayoría de estas urgencias no pueden ser ignoradas, especialmente cuando provienen de un cliente importante o de nuestros superiores.

Sin embargo, la clave para ser realmente efectivos radica en aprender a manejar estas situaciones de manera estratégica. A través de una planificación adecuada y una delegación efectiva, es posible lidiar con las urgencias sin dejar que nos distraigan de nuestras metas más importantes. Este proceso requiere hacer una pausa en nuestra ajetreada agenda y reflexionar sobre lo que verdaderamente queremos lograr a nivel personal, laboral y colectivo.

Lo primero: identificar lo que realmente importa

El primer paso hacia la efectividad es identificar con claridad nuestras metas y darles un nivel de importancia prioritario. Estas son las tareas que debemos ejecutar de manera consciente y con enfoque, porque están directamente relacionadas con nuestras aspiraciones más profundas. Una vez que hemos identificado lo que <<<SÍ>>> es importante para nosotros, ganamos la capacidad de evaluar las tareas urgentes que inevitablemente surgen a lo largo del día.

Es aquí donde podemos establecer una balanza entre lo urgente y lo importante. No todas las urgencias merecen nuestra atención directa; algunas pueden ser delegadas, planificadas o incluso rechazadas cuando no aportan valor a nuestras metas. Aprender a decir <<<NO>>> a aquello que, aunque pueda ser urgente, no es más importante que los que <<<SÍ>>> es relevante para nosotros, es un acto de autocontrol que nos libera para enfocarnos en lo que realmente nos importa.

En Conclusión: Hay que Priorizar para ser más efectivos.

Si realmente queremos ser efectivos, no basta con atender lo urgente, debemos tener el valor y la sabiduría para priorizar lo que es importante. Solo así podremos asegurarnos de que nuestras metas personales y profesionales no se diluyan entre las demandas del día a día.

La efectividad no está en hacer todo, sino en hacer lo que realmente cuenta. Primero lo primero.

Publicado por joseluisgomesdf

Analítico, observador e inconforme con lo establecido. Creo que todo se puede mejorar aplicando cambios graduales. Prefiero evolución a cambio disruptivo.

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