La carrera profesional es un camino lleno de avances, retrocesos y cambios de dirección, y no siempre es fácil adaptarse al ritmo en que se presentan. En mi caso, mi carrera comienza como ingeniero electrónico en telecomunicaciones y he experimentado diversas etapas en mi trayectoria, desde la implementación de sistemas de telefonía hasta el desarrollo de infraestructuras tecnológicas completas para empresas, pasando por la venta de productos y servicios de ciberseguridad. Cada uno de estos ciclos se caracterizó por las tendencias del mercado y la tecnología de la época, lo que me obligó a estar siempre atento al entorno y tratar de evolucionar con él.
He identificado en mi carrera cinco grandes ciclos hasta ahora. El primer ciclo se centró en la implementación de radioenlaces de microondas para la interconexión de sistemas de datos y de telefonía, es decir, telecomunicaciones. El segundo ciclo comenzó con mi inicio como emprendedor y la obtención del primer gran logro, que fue proyectar una empresa pequeña de servicios local a ser distribuidor nacional exclusivo de los sistemas de telefonía que distribuía. El tercer ciclo comenzó con las primeras redes de computadoras, que evolucionó a desarrollar proyectos completos de infraestructura tecnológica para empresas, dejando de ser comercializador de equipos para dedicarme a la venta de habilidades y prestación de servicios. El cuarto ciclo comenzó con la era de Internet de Banda Ancha y marcó el inicio de la comercialización de productos y servicios de ciberseguridad, enfocados principalmente en VPN, aprovechando mi background en el mundo de las telecomunicaciones para proyectar el uso de esta tecnología. El quinto ciclo está asociado al negocio de los servicios gestionados, un mundo que comenzamos a desarrollar sin saber que eso era lo que hacíamos, ya que era un modelo de negocio muy nuevo, que años más tarde se consolidaría con este término : «as a service» . Esto es lo que marca mi ciclo actual y probablemente no el último.
La evolución en mi carrera me ha enseñado la importancia de abrir y cerrar ciclos, estar siempre atento al entorno y tratar de evolucionar con él. La capacidad de adaptación es fundamental en la carrera profesional y se relaciona con el desarrollo de habilidades blandas, como la capacidad de aprender y desaprender de forma constante, la identificación de nuevas oportunidades y la capacidad de asumir riesgos y aprovecharlos para avanzar.
La reinvención es otro factor clave en el desarrollo profesional. A veces es necesario cambiar de enfoque y explorar nuevas áreas de interés para mantenerse actualizado y competitivo. La apertura a nuevas oportunidades y la disposición a enfrentar nuevos desafíos son esenciales para el éxito en cualquier carrera.
En resumen, la carrera profesional es un camino lleno de desafíos y cambios constantes, y la capacidad de adaptarse al cambio es fundamental para sobrevivir y prosperar en el entorno laboral actual.
José Luis Gomes de Faria – Estratega en Ciberseguridad, Tecnología y Desarrollo de Negocios Internacionales 